domingo, 7 de agosto de 2011

El curioso origen español del dólar de los EEUU

Tras la desastrosa experiencia durante la Guerra de Independencia de EEUU con el dinero de papel creado de la nada llamado Continental, los estadounidenses tienen una frase hecha al respecto: “vales menos que un Continental“, el Congreso se decidió finalmente por adoptar el oro y la plata como soporte de su nueva moneda. Así pues, regularon el peso que tenían que tener de base las nuevas monedas, según la propia legislación de los Artículos originales de la Confederación:
Los Estados Unidos reunidos en congreso. . . tienen el único y exclusivo derecho de poder regular la aleación y el valor de la moneda acuñada por su propia autoridad, o por la de los respectivos estados, fijando la Norma de Pesos y Medidas en los Estados Unidos.
El Congreso Continental estableció entonces una comisión oficial para comprobar qué monedas circulaban en el país y determinar su valor promedio en peso y pureza. Resultando que en el momento de tales deliberaciones, las monedas españolas de plata, llamadas piezas de a ocho, se habían convertido en la unidad monetaria de facto. Tales piezas de a ocho, también conocidas como duros o pesos, eran la equivalencia de ocho reales, unidad monetaria introducida por España en 1497 y que, dada la importancia comercial y política española de la época, fue adoptada por la mayoría de territorios del Nuevo Mundo. Sin embargo, en los territorios de las colonias británicas, los colonos no llamaban piezas de a ocho a tales monedas sinó dólar, puesto que por tamaño y peso tenían una gran similitud con unas monedas acuñadas en 1519 por un conde de Baviera llamado Schlick, y que las denominó Schlicktenthalers o simplemente thalers. Así pues, la palabra thaler acabó pronunciándose dólar y las nuevas monedas del recién nuevo país no tuvieron su origen en Inglaterra, como se podría suponer, sinó en España.

En 1785, Thomas Jefferson instó a la adopción del dólar de plata español como unidad monetaria oficial de la nación. En un folleto presentado a los delegados del Congreso Continental, escribió:
Teniendo en consideración todas las transacciones de dinero, grandes y pequeñas, dudo si una medida común, de tamaño más conveniente que el dólar, pudiera proponerse… La unidad o dólar es una moneda conocida, y la más familiar de todas en la mente del pueblo. Ya está adoptada de sur a norte, ha identificado a nuestra moneda, y así pues se ofrece felizmente a sí misma como una unidad ya introducida.
Por lo tanto, el 6 de julio de 1785, el Congreso votó por unanimidad la adopción del dólar español como la unidad monetaria oficial de los Estados Unidos. Y el resto, como se dice, ya es historia conocida.

(Publicado originalment el 21 de enero de 2011)

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