jueves, 28 de julio de 2011

La leyenda de la viejecita

Nadie sabe hasta dónde llegará esta crisis. Los bancos más grandes están cayendo como las piezas del dominó y los corbatados, que siempre tenían el aspecto de la seguridad, aparecen en las pantallas con sudores fríos. Dejando aparte si esta crisis ha sido provocada o no, no perdamos la perspectiva de las cosas realmente importantes. Y esa es la moraleja de la siguiente historia…

“Cuenta la leyenda que, durante los primeros años de la década de los treinta del siglo pasado, en la república de Weimar de Alemania, cuando la inflación llegaba a límites inimaginables, el pan llegó a valer un precio tan alto que una viejecita se vió obligada a transportar todos sus billetes en una carretilla porque no podía llevarlos de otra manera. Dicha señora llegó a la panadería y se colocó en la larga cola de espera para poder comprar. Entonces, mientras esperaba su turno, unos desaprensivos la atracaron. Sin embargo, estos malehechores no le robaron el montón de billetes, no, le robaron lo que era más valioso: la carretilla. Y así se quedó la pobre viejecita, con todo su dinero, pero sin medios para poder llevarlo a la panadería. Se desconoce si pudo o no comprar el pan.”
Por ello, sea como sea el resultado final de la crisis, conviene no olvidar nunca lo realmente importante ante lo superfluo: el dinero sólo es un sistema de intercambio, y son las cosas útiles las que de verdad tienen valor.

(Escrito originalmente el 12 de octubre de 2008)

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